Ya sabemos que hay que prevenir antes que lamentar, pero es que a veces esos accidentes son inevitables (o quizá no?). En algún momento estaremos desayunando, tomando una rica taza de café en leche mientras checamos que hay de nuevo en Engadget, quizá con nuestra coca-cola mientras abrimos el correo o viendo que hay de nuevo en nuestro facebook. Si aún no te ha pasado, tranquilo, pero no nunca digas nunca. Memorízate esto. Tienes que ser rápido, muy rápido:
1 – Desenchúfala
2 – Ponla boca abajo
3 – Sácale la batería
Todo lo anterior, lo mas rápido que puedas, sin pensar si grabaste los cambios, si te quedó un mensaje por leer en el muro o si se te puede romper Windows por el mal apagado. Ni lo pienses, que tu sistema operativo es lo de menos en este caso.
Es vital que en caso de que el líquido llegue a hacer contacto con la electrónica interna, ésta se encuentre sin tensión, apagada y desconectada de la fuente de alimentación.
La electrónica no se rompe si se moja, siempre y cuando no se encienda hasta que no se haya secado, así que si fuiste rápido y apagaste la máquina a tiempo, todas las probabilidades están de tu lado.
No seques alrededor, mirando cuanto demora en secarse de arriba del escritorio lo que se te derramó vas a tener una idea aproximada de cuanto va a demorar en secarse por dentro (siempre demora mas, mucho mas, pero te da una pauta al menos).
No temperatura ni sol para acelerar el secado, no secador de pelo, no estufa, calefactor o caloventor por que en el mejor de los casos, nada mas vas a achicharrar las teclas. Si quieres acelerar el secado usa aire, pero frío y suave (no compresor).
Que no te gane la ansiedad, cuando ya estimes que se ha secado bien todo y te mate la angustia por ver si tu portátil vuelve a la vida, dale un par de horas mas de secado por las dudas, si eres paciente dale un par de días.
Vía alt-tab
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